Piojos en el colegio: guía práctica para mamis y papis desesperados

En cualquier familia con niños acaba apareciendo un piojo. Es casi imposible escaparse, estas criaturitas llevan miles de años viviendo exclusivamente de nuestros cueros cabelludos, son buenos en lo suyo, y para ellos un colegio es como un parque de atracciones: todas esas cabecitas, todos esos pelos balanceándose y todas esas piezas de ropa amontonadas…

Ahora nosotros tenemos que ser buenos en lo nuestro, es decir, en acabar con ellos en cuanto aparezcan, y evitar que aparezcan de nuevo. Pero como entre los grupos de mamis y papis en la puerta del colegio puede haber cierta discordia, o falsos mitos dados por buenos, o alguna confusión que complique las cosas, hemos preparado esta pequeña guía que esperamos os ayude a atajar el problema en cuanto aparezca en vuestra clase.

LOS 8 MANDAMIENTOS DE LA LUCHA ANTIPIOJOS EN EL COLEGIO
1 – Revisarás la cabeza sobre todas las cosas

No cuesta nada revisar la cabeza de tus hijos cuando salen de la ducha. No tienes por qué hacerlo todos los días, pero una revisión a la semana te lleva menos de un minuto y no sólo te puede ahorrar una buena pediculosis: se la puede ahorrar a otros compañeros de clase.

Mejor darse cuenta los primeros, y lo antes posible.

2 – Avisarás al prójimo

En el momento en que un padre o una madre detectan un escurridizo piojo haciendo el Tarzán por la cabeza de su hijo/a, se activa la ALARMA PIOJOS. Sin miedos ni reparos: hay que avisar al profesor/a y a toda la clase. Los grupos de Whatsapp, además de para discutir, volver locos a muchos, y el ya célebre “que se mejore”, sirven para estas cosas. Al piojo no hay que darle ni un minuto de margen en su detección y eliminación.

3 – No estigmatizarás

¿Te da vergüenza lo de avisar? Eso es por el bulo de que los piojos van al pelo sucio. No quieres que piensen que tus hijos no se lavan o que sois malos padres, pero es que no hay un solo motivo para pensarlo. Los piojos van a cualquier cabeza que se cruza en su camino.

Esto significa también que cuando te avisen en el cole o en el grupo de Whatsapp, no hace falta buscar excusas ni ponerse nerviosos. Es algo que puede ocurrir en cada clase de cada colegio del país, y que debéis afrontar de forma colectiva. ¡Como un equipo!

¿Y el niño que sufre la pediculosis? Pues no pasa absolutamente nada: se le aplica el siguiente mandamiento, y al cole tan tranquilo.

4 – Actuarás con eficacia

En cuanto te enteres de que hay un piojo suelto en clase, harás una revisión meticulosa. Mejor hazlo después de lavarles la cabeza, porque en ese momento los piojos están más lentos y torpes y te será más fácil verlos. Rayas a lo largo de la cabeza, y especialmente frente, nuca, y la zona detrás de las orejas, que les encantan esas partes. Los piojos son bichitos diminutos de color marrón los adultos, y blanco cuando aún son ninfas y todavía no le han pegado un tiento al cuero cabelludo de tus cachorros.

Pero como pueden ser difíciles de ver, lo que tienes que buscar son las liendres, es decir, los huevos del piojo. Son como diminutas lágrimas de color entre blanco y amarillento, que si las tocas la textura es como de granitos de arena. Los piojos las ponen como máximo a un centímetro del cuero cabelludo porque ahí es donde crecen más a gusto. Si las encuentras más lejos, es que el pelo ha crecido y la ninfa ya salió hace días.

En cualquier caso, es hora de actuar. En este artículo te explicamos el tratamiento completo que puedes seguir para deshacerte tanto de los piojos como de las liendres.

5 – Comprobarás a toda la familia

Los piojos van a cualquier cabeza, sea de niño o de adulto. Revisaos a fondo unos a otros hasta estar seguros de no tener ninguno, porque en caso contrario la rueda volverá a comenzar y el tratamiento del niño no habrá servido para nada, en semanas volverá a tenerlos, ¡y quizá el resto de la familia y de la clase también!

6 – Desinfectarás el entorno del niño

Allá donde se pose la dulce cabecita de tu hijo/a, allá hay un posible foco de contagio de piojos. Son especialistas en quedarse agarrados al pelo que se cae, hacerse casi invisibles en su peluche favorito, y quedarse esperando a la siguiente oportunidad de colonizar una cabeza.

Lava toda su ropa de cama, la funda de almohada, la ropa que lleva, el pijama, el albornoz, la bufanda, el gorro o la pieza de ropa que haya llevado o exista riesgo de que se esconda un piojo. Ni siquiera necesitas poner el agua a 50 grados o más, basta con lavarla y dejarla tendida durante dos días: es el periodo máximo que aguanta un piojo fuera de su huésped.

En el caso de peluches, cojines sin funda u otros accesorios que puedan ser foco y no puedas o quieras lavar, simplemente mételos en una bolsa de plástico o de basura, ciérrala a conciencia, y olvídala durante dos o tres días. Cuando vuelvas a abrirla, no quedará dentro un solo piojo… vivo.

7 – Llevarás un seguimiento

Después del tratamiento hay que volver a revisar por si el Bruce Willis de los piojos ha quedado ahí aferrado a un pelo, desafiando a su destino. Que no quede ni uno, ni una liendre.

Las semanas siguientes, mientras el resto de niños de la clase van pasando o no por la pediculosis, aplícale al tuyo un post-tratamiento, algún producto o loción preventiva, y sigue revisando. Si trabajáis todas las familias juntas, pronto la plaga habrá pasado y toda la clase volverá a jugar, aprender y armar jaleo como si nada hubiera ocurrido.

8 – Difundirás tranquilidad

Por último, selecciona la información y no difundas mitos sin fundamento. Las farmacéuticas no envían malvados sicarios con bolsas de piojos en las manos para que los suelten en el patio del colegio en septiembre, estas criaturas se bastan y sobran para sobrevivir y propagarse con gran eficacia. Y los remedios caseros suelen ser incompletos o ineficaces, como el famoso vinagre, que ayuda a desprender las liendres pero no le hace nada al piojo (salvo aliñarle el siguiente sorbito).

Difundir información falsa o inexacta sólo contribuye a que se rompa el cerco y los piojos se escapen por algún resquicio reinfectando a todos. Y ninguno queremos eso, ¿verdad?

Si estás de acuerdo, entonces eres un/a auténtico/a creyente en la Lucha AntiPiojos. ¡Difunde nuestros mandamientos entre tus amistades y el grupo de mamis y papis del cole, y entre todos acabaréis con estos persistentes e indeseables bichitos!

01 Feb, 2018

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