• cómo protegerse del frío

Así afecta el frío a tu salud y así debes protegerte de él

Ya esta aquí y parece que ha venido para quedarse. El frío es un compañero con el que nos tocará convivir durante los próximos meses, por poco que nos apetezca. ¿Cómo nos afecta su llegada? ¿Tiene implicaciones en nuestra salud? Te hablamos de ellas a continuación:

  • Disminuye nuestras defensas. El frío debilita las defensas de nuestro sistema inmunológico, favoreciendo así la posibilidad de que un virus nos afecte. Por este motivo, durante los meses de bajas temperaturas acostumbramos a sufrir más catarros y gripes que durante el resto del año.
  • Aumenta el riesgo cardiovascular. Cuando hace mucho frío, nuestro organismo contrae los vasos sanguíneos para conservar más el calor aumentando así el riesgo de que se produzca una obstrucción, la cual, a su vez, puede derivar en un paro cardíaco. Este riesgo es mayor en aquellas personas que sufren alguna enfermedad cardíaca, padecen obesidad, en fumadores y personas mayores de 50 años.
  • Favorece la depresión estacional. La lluvia, los días más cortos, la ausencia de luz y el frío en sí influyen de forma negativa en muchas personas que, durante estos meses, sufren una pérdida de motivación que los lleva a aislarse socialmente. Las probabilidades de sufrir depresión, no obstante, van ligadas a la personalidad y a la actitud de la persona, por lo que una mentalidad positiva siempre será de ayuda para prevenir esta enfermedad.

Proteger nuestra salud del frío

Los efectos negativos del frío en la salud empiezan a observarse a temperaturas relativamente moderadas (de 4 a 8 grados centígrados). Para protegerte de las bajas temperaturas durante estos meses, sigue nuestros consejos:

  1. Abrígate bien. Al salir a la calle, es importante que vayas abrigado con prendas que eviten al máximo la pérdida de calor (ropa interior de protección térmica, jerséis, calcetines y guantes). Ten en cuenta que varias capas de ropa fina te protegerán más que una sola gruesa, ya que se forman cámaras de aire aislante entre ellas.
  2. Aliméntate de forma saludable. Para mantener nuestro sistema de defensas lo más en forma posible, te conviene seguir una alimentación variadas y saludable que te aporte los nutrientes necesarios. Además, debes recordar que los alimentos también cumplen la función de aportar calor a nuestro cuerpo, por lo que te recomendamos que hagas comidas calientes que te aporten la energía necesaria (legumbres, sopas, etc.)
  3. Evita el agotamiento físico. Ten en cuenta que el frío ya supone de por sí una sobrecarga para el corazón, por lo que debe evitarse realizar actividades físicas que requieran mucho esfuerzo bajo el frío. Si vas a practicar deporte al aire libre, hazlo con precaución y procurando no agotarte, especialmente si sufres alguna dolencia cardiorrespiratoria o tienes la tensión arterial elevada. Además, es importante que te hagas con ropa para correr en invierno.
  4. Permanece en el exterior el mínimo tiempo posible. En días de mucho frío, es recomendable pasar el mínimo tiempo en el exterior. Si te ves obligado a tener que pasar tiempo en la calle, utiliza ropa para frío intenso, una prenda de abrigo que sea resistente al viento y la humedad y no te olvides de proteger tu cabeza, cuello, pies y manos (son las zonas de mayor pérdida de calor). Cuando estés en el exterior, procura mantenerte seco y respira por la nariz en lugar de por la boca. Al hacerlo de esta forma, estarás dando oportunidad a que el aire se caliente antes de llegar a los pulmones.
  5. Consulta con tu médico si debes vacunarte. Si tienes más de 60 años, quizás te convenga vacunarte de la gripe o contra el neumococo. Consúltalo con tu médico para que te asesore al respecto.

08 Nov, 2018

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